Una actualización sobre el origen del "síndrome de corazón roto" en IntelliHealth nos remite a un viejo artículo en el New England Journal of Medicine, año 2005.
El título original es "Neurohumoral Features of Myocardial Stunning Due to Sudden Emotional Stress" y se refiere a una súbita falla del ventrículo izquierdo posterior a recibir muy malas (o, paradójicamente, muy buenas) noticias.
El artículo ha sido citado !629 veces! pese a referirse a una pequeña muestra (19 pacientes) que presentaron insuficiencia ventricular izquierda, corroborada por ecocardiografía.
El 95% de los pacientes fueron de género femenino, y la edad promedio fue de 63 años.
La causa aparente fue una "impresión fuerte" (en mexicano), casi siempre mala: enterarse de la muerte de un cercano, accidente, asalto, etc, etc. Paradójicamente, en dos casos, esa "impresión" fue alegre.
Esto sucedió unas 12 horas antes de presentarse al hospital (John Hopkins, por cierto).
Destacó la presencia de niveles de adrenalina 2-3 veces superiores a las normales.
Sólo en un par de casos se observó placa de ateroma en las arterias coronarias, pero ningún paciente tuvo datos de infarto.
La conclusión de los autores fue la siguiente: "Emotional stress can precipitate severe, reversible left ventricular
dysfunction in patients without coronary disease. Exaggerated
sympathetic stimulation is probably central to the cause of this
syndrome."
La recomendación clínica:
Para ayudarle al organismo a manejar tanto las emociones como los "picos" de adrenalina, el ejercicio es, probablemente, la mejor medida preventiva.
"This syndrome is so new and so rare that no one can know for sure if
exercise will reduce its likelihood, but it is clear that exercise is a
good thing, and it may be the best way to stave off broken heart
syndrome."
Entonces, en este pobre país "tan lejos de dios y tan cerca de" la violencia, hagamos conciencia de este síndrome y es una razón más para mantenernos en forma.
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